El error de mezclar una buena idea con otra pésima
A fines del año 2005 terminé de escribir un libro con la biografía y partidas de Oscar Panno. Tuve la mala idea de proponerle a Héctor Álvarez Castillo (en adelante HAC) que se encargue de la edición.
Transcurridos
muchos meses sin que el editor ingrese el libro en imprenta, y ante evidencias
que el motivo de su demora era que no contaba con la solvencia económica suficiente,
decidí financiarle yo mismo el costo de la impresión, para que edite el libro.
Pero,
por suerte, antes de que yo llegase a poner un solo peso, me di cuenta que él
estaba esperando ansiosamente mi aporte monetario, no sólo para imprimir el
libro, sino también para usar parte de él en fines particulares, utilizando
algún engaño para que yo no me percatase.
Ante
esta situación, lo puse al tanto de que había descubierto la maniobra, aborté
la operación y aproveché una oferta de publicarlo en Ediciones Colihue, por un
contacto del propio Oscar Panno. Le comuniqué a HAC que el libro iba a salir
por esa editorial.
Pensé
que todo terminaba ahí, pero me equivoqué. En febrero 2008, en un evidente acto
delictivo, HAC tomó una determinación muy temeraria: fue a registrar el libro a
la Dirección Nacional
de Derecho de Autor como si él hubiese sido, efectivamente, el autor. Dada mi
supuesta inexperiencia en temas editoriales, él realizó su maniobra apócrifa
con total tranquilidad, ya que supuso que yo jamás había hecho registro alguno.
Pero se equivocó enormemente: yo había efectuado mi legítimo registro siete
meses antes, en junio de 2007. Fue muy importante que registrase antes, ya que
para este tipo de cuestiones, se aplica el principio jurídico de “primero en el
tiempo, primero en el derecho”.
Ignorando
que el libro ya estaba registrado por mí, de inmediato comenzó a ejercer los
derechos que él creía haber usurpado: llamó al titular de Ediciones Colihue
para decirle que el libro lo tenía registrado él, y que le iniciaría acciones
judiciales si lo editaba. El dueño de Colihue, efectivamente, paralizó la
edición, lo que me produjo un gran perjuicio tanto a mí como al GM Oscar Panno.
Obtenido
este objetivo, se comunicó nuevamente conmigo para manifestarme que no tenía
otra opción que editar el libro con él. El plan de HAC no consistía en que el
libro finalmente se editase figurando él como el autor. Eso no lo podía hacer,
ya que tanto Panno como todo el resto del ambiente del ajedrez sabía que el
libro lo había escrito yo. Con su fraude, HAC sólo apuntaba a disponer de la
propiedad legal de la obra. Y yo, para que todo mi trabajo no quede en la nada,
supuestamente no iba a tener más remedio que acceder a financiarle la edición
en las condiciones que él determinase. De lo contrario, el libro jamás se iba a
poder editar.
Las
cosas no fueron sencillas para mí: aún demostrándole, con comprobantes en la
mano, que el libro me pertenecía, el dueño de Colihue tomó una determinación
absolutamente comprensible: no se animó a editarlo. Decía que él era dueño de
una editorial, no de un estudio jurídico. Me manifestó que lo editaría sólo si
yo le iniciaba un juicio a HAC y el juez, finalmente determinaba que yo era el
autor.
Ante
esa situación, tomé dos determinaciones: por un lado, inicié el juicio que me
habían solicitado. Pero por otro lado, decidí publicar el libro con un editor
que no se iba a preocupar si HAC lo amenazaba con un juicio o le mandaba una
carta documento. Ese editor era yo mismo. Así fue como en setiembre de 2009
pude, por fin, presentar el libro con una edición de autor.
Pasaron
casi cuatro años. Y todo salió muy, muy bien. Los mil ejemplares que edité ya
están vendidos casi en su totalidad. Y con respecto al juicio, tuve sentencia
favorable que ya está firme, y HAC deberá pagarme un resarcimiento
por
haber impedido por un largo tiempo que yo dispusiera de mi creación intelectual
y que lo editara de manera normal, esto es, a través de una editorial.
Hoy,
judicialmente, todo está muy claro. No existen dudas acerca de mi autoría y de
la falta absoluta de derechos de HAC sobre mi libro. Sin embargo, el perjuicio
fue ocasionado en forma irreparable, ya que Ediciones Colihue me advirtió que
no produce segundas ediciones de libros que no hayan sido editados por ese
sello editorial. Por lo cual, es probable que en breve, yo deba volver a hacer
una edición de autor cuando se agote la primera.
Apenas pueda te lo compro!!! Y me ofrezco a venderlo en los torneos que visite al sur de la provincia de buenos aires!! Abrazo!!
ResponderEliminarEsta en algebraico editado el libro? Gracias
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